Para hablar del coronavirus debemos saber que es una enfermedad que se descubrió en la década de los 60, de la cual su origen sigue siendo un misterio. Existen diferentes tipos de la misma enfermedad que provocan síntomas distintos, por ejemplo algunos pueden a causar resfriados comunes y otros síndromes respiratorios graves como la neumonía.
Algo a tener en cuenta es que muchos tipos de coronavirus que existen no son peligrosos, y su tratamiento es sencillo y eficiente en la mayoría de casos. De hecho, es normal que nos contagiemos de coronavirus en algún momento de nuestra vida, sobre todo durante la infancia. Su nombre se refiere al aspecto que presenta, ya que es muy similar a una corona o un halo. Algo curioso es que, tanto humanos como animales, pueden verse contagiados.
Aunque el coronavirus se transmite de forma limitada entre humanos, aún son desconocidas las causas del origen de la enfermedad. No obstante, animales como el murciélago pueden llegar a ser reservorio del mismo. La mayoría de contagio se produce generalmente por vías respiratoria, sobre todo por aquellas pequeñas gotitas respiratorias que las personas lanzan cuando estornudan o tosen.
La nueva clase de coronavirus que tiene en vilo a todas la autoridades sanitarias del mundo, proviene de un animal. De hecho se ha relacionado su contagio con el mercado de animales vivos de la ciudad de Wuahn, lugar donde se originó el virus. Se piensa que en los murciélagos se desarrolló la primera forma del virus, después saltando a otras especies de mamíferos hasta llegar a los humanos.
Existen ciertos tipos de síntomas principales, como la secreción y el goteo nasal, la tos, fatiga, dolor de garganta y cabeza, fiebre, escalofríos, malestar general y dificultad para respirar. En muchos casos se pueden presentar síntomas respiratorios leves o agudos, lo que traen los síntomas antes nombrados.
Es normal que aparezca la neumonía y síntomas gastrointestinales, sobre todo la diarrea. Esta clase de síntomas suelen afectar mucho más a las personas mayores que tengas un sistema inmunológico débil o enfermedades crónicas como la diabetes, cáncer o enfermedades respiratorias crónicas pulmonares.
El coronavirus no cuenta con vacunas específicas para combatirlo. Lo mejor que pueden hacer las personas es mantener una higiene básica, sobre todo en lugares en que pueda haber más riesgo de transmisión. Esto comienza con un buen lavado de manos, evitar el contacto con personas contagiadas, protegerse los ojos, la nariz y la boca.
Para las personas que se encuentran cerca de alguien contagiado, se recomienda el uso de mascarillas, pañuelos para cubrirse la nariz y la boca en caso de que exista tos o estornudos. Los alimentos, en dichos lugares, deben ser muy bien cocinados o pasteurizados, una vez hecho esto no suponen ningún riesgo para con los seres humanos.
En caso de estar cerca de alguien que sufra de la enfermedad, se debe tener mucho cuidado con las personas que tengan otro tipo de padecimiento o con los niños pequeños, los cuales serán más fácilmente afectados por este virus y puede ocasionar hasta la muerte.
El coronavirus se ha convertido en una amenaza para el mundo entero. Nunca nos habíamos enfrentado a un virus que pusiera en vilo todo la sociedad como la conocemos hoy en día. La verdad es que todos podemos hacer nuestra parte para enfrentar este mal.
Aunque actualmente no existe una vacuna para prevenir dicha enfermedad, lo mejor que podemos hacer es evitar la exposición al virus y seguir las indicaciones de los entes de control. Una gran cantidad de países ya tomaron medidas, incluso cuarentenas preventivas para tener a su población sana. En el siguiente texto te daremos algunas recomendaciones para que tú, y los tuyos, permanezcan sanos.
Se sabe que el virus se propaga, en su mayoría, de persona en persona, sobre todo las que tienen un contacto directo. Las gotitas respiratorias que se producen cuando una persona tose o estornuda son las encargadas de transportar el virtus. Cuando una de ellas llega a la boca, ojos o nariz es muy posible que quien se encuentre cerca se contagie.
Una de las medidas estrellas para combatir al coronavirus es el lavado de las manos. Hacerlo con frecuencia, con abundante agua y jabón por lo menos durante 20 segundos, sobre todo después de estar en algún lugar público o haberse sonado la nariz, puede protegerte y proteger a otro del contagio.
Si no tiene jabón a la mano, lo mejor que puedes hacer es desinfectarte con jabón en gel que contenga, por lo menos, 60% de alcohol. Es importante que cubras toda la superficie de las manos y frotes hasta que queden secas. Otra medida que te puede ayudar es cubrirte los ojos, la nariz y la boca, no importa si te has lavado las manos.
Las personas son uno de los principales focos de contaminación, por eso se aconseja que evite el contacto cercano con aquellos que presenten síntomas. Al mantener una distancia entre ellos aseguras que otras personas, y tú mismo, no se contagien del virus. Para que no te vuelvas un foco de contaminación te recomendamos que te quedes en casa si estás enfermo, sal solamente en caso de que requieras atención médica.
Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable cuando tengas necesidad de toser o estornudar puede ser crucial para detener al coronavirus. De la misma manera, debes desechar los pañuelos directamente a la basura e inmediatamente lavarse las manos con agua y jabón, como ya puntualizamos anteriormente.
El uso de mascarillas también te hace indispensable si te encuentras enfermo. Esto hará que, si te encuentras cerca de las personas, el contagio se minimice. Si no puedes utilizar una, porque presenta algún tipo de afección respiratoria, debes cubrirte el rostro de la mejor manera posible.
En caso de que no estés enfermo, no es necesario que utilices la mascarilla a menos que te encuentre cerca de alguien con síntomas. Te recomendamos que te hagas con varias mascarillas porque pueden llegar a escasear debido a la crisis.
Esta entrada ha sido publicada el 09/06/2020 12:30
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