Hoy vamos a ver los riesgos de consumir sal en exceso. Uno de los complementos que más se encuentra presente en las comidas diarias de casi todas las personas es la sal. Pese a que es muy necesaria para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, la verdad es que consumir sal en exceso puede resultar bastante perjudicial para la salud.
Los médicos aseguran que es una de las principales causas de la hipertensión arterial, padecimientos que hace que las arterias pierdan toda la elasticidad y se vuelvan mucho más rígidas. Esto dificulta el trabajo del corazón y los riñones. Así que ten mucho cuidado cuando apliques sal a tus comidas. A continuación te mostramos algunos de los principales riesgos de hacerlo.
Riesgos de consumir sal en exceso
Retención de líquidos
Cuando reciben mucha cantidad de sal, los riñones tienen que trabajar más que de costumbre. Por lo tanto, suelen retener más agua de lo normal, y luego no pueden excretarse como corresponde. Los edemas son la señal más importante de retención de líquidos. Suelen aparecer sobre todo en los tobillos, las piernas y las manos. El sistema renal se resiente y no puede llevar a cabo el filtrado y depuración de la sangre de manera correcta. Por lo tanto, es más probable sufrir cálculos o insuficiencias en los riñones si se lleva una dieta con mucha sal.
Osteoporosis
La falta de calcio no es la única que empeora la salud de los huesos. El exceso de sodio en el organismo también los perjudica. Esto se debe a que la sal desmineraliza los huesos, como explica un estudio de la Universidad de Alberta, en Canadá. Cuando consumes mucha sal tienes más ganas de orinar, ya que el cuerpo está haciendo todo lo posible por expulsar el líquido. Con la orina se pierde calcio, vital para fortalecer los huesos (incluyendo los dientes). Es una de las consecuencias de consumir sal en exceso.
Problemas cognitivos
Si bien esta consecuencia del exceso de sal no está completamente confirmada, se cree que existe una relación entre una alimentación con mucho sodio y problemas cerebrales. Por ejemplo: déficit de atención, dificultad para retener información o problemas para resolver y entender problemas simples. Quizás pueda deberse a una falta de agua en el cerebro, o a que la sangre que llega a las neuronas está repleta de sodio y no permite hacer sinapsis como corresponde.
El consumo recomendado por día es de 6 gramos de sal. Sin embargo, entre todas las comidas, se llega a ingerir hasta el doble de la cantidad diaria recomendada.
Al principio, te será un poco difícil reducir la sal. Sin embargo, si progresivamente la vas limitando, comenzarás a disfrutar del verdadero sabor de los alimentos. En efecto, los sabores ya no estarán “enmascarados” con este aditivo.
Ten cuidado con las comidas procesadas y los menús que consumes. Suelen llevar sal aunque se trate de alimentos dulces o que indiquen ser bajos en sodio.
Por ejemplo, los congelados y empanados aprovechan este mineral para mantenerse en buenas condiciones por más tiempo. Para condimentar tus platos, te recomendamos que uses hierbas aromáticas, como el romero, el perejil y el orégano. También puedes usar limón, vinagre o aceite de oliva.
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