El agua es uno de los recursos más invaluables que tenemos en nuestro planeta, resulta imprescindible para el sustento de casi la totalidad de la vida en la Tierra. Por ello es muy importante definir ¿qué es la contaminación del agua? Así como sus causas y consecuencias.
En este artículo te brindaremos toda la información al respecto de manera resumida.
¿Qué es la contaminación del agua y cuáles son sus causas?
La contaminación del agua o contaminación hídrica es una modificación de este recurso, generalmente provocada por las personas, que la vuelve peligrosa tanto para el consumo humano como para los animales, y la vida natural en general.
Aunque la contaminación hídrica puede provenir de fuentes naturales, la mayor parte de la polución proviene de actividades humanas. Es así que podemos mencionar como principales contaminantes del agua, los siguientes:
- Derrame de aguas servidas, que contienen excrementos, residuos industriales, detergentes, petróleo, aceites y otras sustancias tóxicas para las plantas y animales acuáticos.
- Vertimiento de basura y desmontes, especialmente de plásticos, latas, vidrios y restos orgánicos.
- Agentes patógenos como bacterias, virus, protozoarios y parásitos, provenientes de desechos orgánicos como heces y otros materiales, que las bacterias aerobias descomponen.
- Desbordamiento de relaves mineros, que contienen cobre, zinc, fierro, plomo, mercurio, arsénico, etc.
- Derrames de petróleo procedentes de accidentes en costas o alta mar.
Consecuencias de la contaminación del agua
Ahora bien, ¿Qué provoca la contaminación del agua? En general, produce numerosos tipos de efectos sobre el hombre y los ecosistemas. A continuación, profundizamos más en el tema:
- Los sólidos en suspensión, como basura, absorben la radiación solar, disminuyendo la actividad fotosintética de la vegetación acuática. Obstruyendo además los causes, lagos y embalses.
- Los peces como la trucha, el salmón y las anguilas acumulan los fenoles, y cuando llegan a las plantas de cloración los fenoles se convierten en clorofenoles, que dan al agua un sabor muy desagradable.
- Las grasas y aceites pueden cubrir grandes superficies acuíferas, reduciendo la reoxigenación del agua. Los aceites minerales suelen ser especialmente tóxicos.
- La elevación de las temperaturas debido a procesos industriales de refrigeración, disminuye el oxígeno disuelto, actuando directamente sobre la salud y el metabolismo de los animales acuáticos.
- Los detergentes provocan espuma en la superficie de las aguas, limitando el acceso del oxígeno a la masa de agua. El 4-benzopireno es un microcontaminante de esta familia, con una enorme acción cancerígena.
- La materia orgánica biodegradable disminuye el oxígeno disuelto, reduciendo la capacidad de autodepuración de ríos y lagos. La materia no biodegradable es altamente tóxica y se suele acumular en los tejidos animales.
- Los distintos organismos derivados de la contaminación como virus, bacterias, protozoos y metazoos pueden producir enfermedades parasitarias, infecciones víricas endémicas o epidémicas, inflamaciones cutáneas y oculares, etc.
Conclusión
La contaminación hídrica es una de las principales fuentes de enfermedades del tracto digestivo. Según la Organización Mundial de la Salud, el 80% de las enfermedades parasitarias gastrointestinales e infecciosas se deben al uso y consumo de agua contaminada. Esta institución también reconoce que, tan sólo un 41% de la población mundial consume agua tratada y desinfectada lo suficientemente “segura”.
Resulta entonces fundamental entender en profundidad qué es la contaminación del agua, para así tomar conciencia y medidas adecuadas que eviten peores consecuencias de las que ya estamos viviendo.
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