Los postres son una de las partes de diciembre que más esperamos. Esto, sobre todo, porque podemos compartirlos con toda la familia y crear momentos únicos. Sin embargo, cuando abusamos de ellos podemos caer en un círculo que no es muy saludable para nosotros. Por esa razón, siempre es importante encontrar opciones saludables que sean igual de deliciosas.
Sí, los postres navideños saludables son una realidad, y en el siguiente texto te decimos algunas de las mejores formas de disfrutar de algo dulce sin afectar tu salud. Esperamos que elijas alguna de estas opciones para celebrar navidad con tu familia y que pases unas excelentes fiestas junto a tus seres queridos.
Brocheta de fruta con chocolate fundido
Empezamos con uno de los postres saludables para navidad típico a base de frutas: las famosas brochetas de fruta. Fáciles de preparar y en sólo tres pasos. ¿A quién no le gusta la fruta fresca y cortadita?. Lava las frutas, córtalas y prepara las brochetas. ¡Cuanto más coloridas, más ricas!.
Utiliza frutas de temporada como la mandarina, la naranja, las uvas, el kiwi, las bayas, el caqui, la pera, el plátano, la manzana y el pomelo. Preséntalas de manera original: dentro de un jarrón, para que parezca un florero, o en una bandeja bonita. Si quieres darle más sabor a tu postre, sírvelas acompañadas de chocolate negro fundido, para que los más golosos puedan teñir sus brochetas.
Helado casero
Si te gustan los helados este es tu postre: un helado casero y saludable a base de fruta.
Ingredientes para helado casero de plátano y frambuesas: ½ plátano grande maduro troceado y congelado, 1 taza pequeña de frambuesas congeladas, 5 cucharadas soperas de yogur con sabor a fresa congeladas, un puñado de frambuesas frescas y avellanas para decorar. Opcional: endulzante.
Preparación del helado saludable de plátano y frambuesas: Lava y corta el plátano. Congela los trozos de plátano y los arándanos. No dejes mucho tiempo las frutas congeladas, si no están bien conservadas crearán escarcha y el resultado final será demasiado líquido.
Tritura las frutas y sirvelas en vasitos individuales: copas, tarrinas decorativas especiales, en forma de bola… Lo puedes preparar antes de comer y reservarlo en el congelador hasta el momento de servir el postre. Acompaña el helado con unos cuantos arándanos frescos y unas avellanas enteras o picadas.
Macedonias
La macedonia de frutas parece un plan solo válido para el verano. Pero, para continuar con la idea de cómo el aspecto de los dulces puede convencer a los niños, una propuesta estupenda son las macedonias de frutas originales.
Una sugerencia de lo más sencilla es ofrecer la fruta en vasitos de helado, de los que luego también se pueden comer. Si se usan frutas pequeñas, como uvas, cerezas o arándanos, u otras pero cortadas en gajos o trozos pequeños, y se adornan con hojitas de menta o hierbabuena, la combinación puede ser irresistible. Cada niño querrá tener su vasito, y los adultos también.
La misma página ofrece otras propuestas más elaboradas, que van desde brochetas (parecidas a las que componen el árbol de Navidad de frutas) hasta un pavo real y un sofisticado barco pirata que incluye una sandía y juguetes de Lego.
Canapés de fruta fresca
Seguro que alguna vez has probado los canapés, esos aperitivos que tanto nos gustan y que podemos comer de un bocado. Preparar recetas de postres navideños saludables es una manera vistosa y original de disfrutar de este manjar. Por este motivo, te proponemos preparar estos deliciosos canapés de fruta fresca con salsa de queso y frutos secos.
Ingredientes para los canapés de fruta con salsa de queso y frutos secos: kiwis, fresas, queso batido, virutas de chocolate negro y nueces picadas. Preparación de los canapés de fruta con salsa de queso y frutos secos:: Corta las frutas en rodajas, colocarlas en una bandeja y decorarlas con el queso batido, los frutos secos picados y las virutas de chocolate por encima.
Árbol de Navidad de frutas
Los alimentos no solo estimulan a los niños a través del gusto y el olfato, sino también por los ojos. Por eso, cuando se habla de comidas divertidas para los más pequeños, se hace referencia a dulces y a platos divertidos que ofrecen alguna forma curiosa y colorida que capte su atención. Es el caso del siguiente árbol de Navidad de frutas.
Su elaboración es sencilla. En primer lugar, hay que cortar una rodaja de naranja, para que funcione como base, y luego montar el tronco del árbol con un palillo de madera y rodajas de plátano. Después, esa base se cubre con trozos de manzana y uvas y se complementa con pequeñas brochetas de fruta, a manera de ramas.
Lo más apropiado es combinar los colores más variados: el amarillo del melocotón, el verde del kiwi, el rojo de las cerezas, etc. Desde luego, se pueden usar todos los tipos de frutas que se deseen. Para la estrella que corona el árbol, la recomendación es hacerla con piña y, por último, todo el conjunto se puede decorar con chocolate, caramelo líquido o azúcar glas.
Sorbete de frutas frescas
El helado es uno de los postres preferidos por niños y adultos, pero también uno de los que más azúcares y grasas contiene. Un sorbete puede funcionar como una especie de sucedáneo del helado, mucho más saludable y natural si está elaborado a partir de frutas frescas.
La receta para lograrlo es seleccionar naranjas y fresas maduras, cortarlas en pequeños cubos y luego congelarlas. Después de congelados, hay que mezclar los trocitos con yogur desnatado y luego triturarlo todo, para lo cual hace falta un triturador de mucha potencia (Thermomix o similar). Se sirve en una copa aromatizada con piel de limón rallada.
Gelatina de yogur de fresa
La gelatina es un postre que gusta mucho a los pequeños, se prepara con facilidad y da resultado todo el año, hasta en Navidad. En la siguiente receta se aprende a elaborar gelatina de yogur de fresa en muy pocos pasos.
Se toman tres sobres de gelatina y se disuelven en el equivalente a una taza de agua caliente. Una vez disuelta, se mezcla con dos tazas de crema para batir y una taza de azúcar, que se deben haber puesto a calentar con anterioridad. Cuando todo el conjunto se convierte en una sustancia uniforme y alcanza el punto de ebullición, se retira del fuego, se añaden dos tazas de yogur de fresa y, tras mezclar de nuevo, se vuelca en un recipiente apropiado y se guarda en el frigorífico hasta que cuaje.
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