En el artículo anterior conversamos sobre la importancia de comenzar la educación ambiental de los más pequeños desde edades tempranas. Pero, si lo recuerdas, hice hincapié sobre la idea de que en cada una de las etapas de la infancia y adolescencia las enseñanzas deben ser diferentes.
De esta forma, conseguiremos que las lecciones de educación ambiental para niños y adolescentes calen profundamente en sus conciencias para que aprehendan (sí, con h) los mejores comportamientos y formas de hacer el bien al planeta de manera natural y espontánea.
Por ello, en la entrada de hoy te contaré sobre las diferentes etapas que debe tener esta educación ambiental para los pequeños de acuerdo a la edad que tienen.
¿Listo (a) para descubrir cómo enseñar a tus hijos sobre educación ambiental? Pues allá vamos.
La educación ambiental consta de 4 etapas principales con las que se consigue en primer lugar, crear valores positivos para que finalmente sean capaces de transformar la realidad.
Expertos aseguran que estas cuatro fases se pueden implementar a la perfección en la formación escolar de los más pequeños, teniendo en cuenta las capacidades y habilidades que tienen en cada etapa de su desarrollo.
A continuación, te contamos cuales son las lecciones de educación ambiental para niños y adolescentes que deben enseñarse en cada etapa.
Lo primero es conseguir que los niños tengan emociones positivas en relación a la naturaleza. Como te comenté en el artículo anterior esto se consigue en primera instancia facilitando el contacto de los más pequeños con el medio natural.
Aunque las historias que puedes contarle y los videos pueden ser muy ilustrativos, no existe mejor forma de transmitir sensaciones positivas que estar en contacto directo con las plantas, el agua, las playas y otros elementos naturales.
A partir de los 5 o 6 años de edad nuestros hijos ya inician su etapa escolar y comienzan a establecer rutinas muy organizadas en su vida diaria. Por ello, incorporar hábitos a favor del medio ambiente en esta fase es una lección sumamente importante que puede ser muy efectiva.
De esta forma, cuidar el huerto o las plantas que tengas dentro de casa, ahorrar papel o agua, son hábitos que, si se los enseñamos a estas edades, pueden perdurar para toda la vida.
En la tercera etapa es el turno de crear conciencia medioambiental en los más pequeños de casa. Hacer que comprendan por qué todos esos valores positivos y hábitos que les enseñamos en las etapas 1 y 2 son importantes para el planeta.
En este sentido es preciso hacerles sentir que con ello marcan la diferencia, mostrándoles los numerosos beneficios que tienen estos comportamientos.
Y como educar a nuestros hijos es una tarea donde el final no parece estar en una edad específica, esta etapa también carece de ese elemento numérico. En esta última fase se precisa integrar valores y estilos de vida proambientales con acciones mucho más directas.
Participar en organizaciones medioambientales, por ejemplo, es una de las acciones que podemos promover en esta etapa.
Estas son las lecciones de educación ambiental para niños y adolescentes que se deben enseñar en sus diferentes etapas de desarrollo.
Y tú ¿Enseñas a los más pequeños a cuidar de nuestro planeta?
Esta entrada ha sido publicada el 30/07/2020 12:00
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