La ensalada en la dieta mediterránea

La definición que hace la Real Academia Española de la palabra ensalada es: “Hortaliza o conjunto de hortalizas mezcladas, cortadas en trozos y aderezadas con sal, aceite, vinagre y otras cosas.” Se trata, básicamente, de un plato frío como mucho tibio, pero nunca caliente. Puede tomarse como plato único, acompañando al plato principal o también como complemento para picar.

Aunque no se puede dar una fecha, ni un lugar exacto de su aparición, la palabra ensalada deriva del vocablo latino sal (lo que nos da una pista de lo fundamental que es en su preparación el aliño), pero el consumo de ensaladas esta presente en culturas anteriores. Consumir los vegetales crudos permite economizar en el gasto de materiales de combustión lo que debió ser importante para que la práctica arraigarse.

Una parte muy importante de la alimentación egipcia eran las legumbres y verduras que se conocían con la denominación de renpwt, o productos anuales. El historiador griego Herodoto dice que las pirámides fueron construidas por hombres que se alimentaban principalmente de ajos, rábanos y cebollas. De hecho, se han encontrado también reproducciones de ajos en las tumbas faraónicas, como por ejemplo en la del rey Tutankhamon.

También se conoce la importancia de la lechuga en la nutrición egipcia, y fue muy apreciada por los griegos y romanos, quienes atribuyeron virtudes terapéuticas a la sustancia lechosa que contenía, de la cual deriva su nombre. En la actualidad, están presentes en la práctica totalidad de las cocinas, adquiriendo gran importancia en la alimentación occidental.

Se han realizado diferentes estudios de mercado de los cuales se desprende que cada día existe una mayor tendencia hacia el consumo de alimentos y productos saludables. Este hecho pone en primera línea a las ensaladas, ya que son productos frescos, saludables, relativamente económicos, y fáciles de preparar.

La mayor dificultad que pueden presentar es la limpieza y corte de los vegetales, y con los cambios de consumo introducidos con la masiva incorporación de la mujer al trabajo, la industria ha estado atenta introduciendo en mercado los productos vegetales preparados, en concreto los llamados de Cuarta gama.

Estos son productos frescos que se encuentran envasados en bolsas o bandejas y están listos para consumir, ya que están limpios, pelados y cortados, y solo se requiere sazonarlos antes de consumir.

Si bien nosotros apostamos por los productos de Primera gama, productos frescos, en los que no se ha realizado ningún proceso tecnológico, si podemos admitir el alimento procesado en aras de facilitar la alimentación saludable en aquellas personas que por condiciones sociales tengan limitado el acceso al consumo de alimentos frescos y que acabarían consumiendo otro tipo de comida precocinada de menor valor nutritivo.

El problema de comer ensaladas es que en cada casa acaba siendo una rutina, es decir, son siempre los mismos vegetales aderezados de la misma manera. Esto es inaceptable. Hay que tener presente que la ensalada es un tipo de plato, no una receta. Es necesario poner en práctica la imaginación, atreverse a innovar a experimentar y sacarle todo el partido posible a este plato que puede llegar a ser un plato único.

Mezclar todo tipo de ingredientes vegetales, legumbres, cereales, frutas, frutos secos, flores, alimentos proteicos de origen animal, etc… y usar todo tipo de especias (hierbas aromáticas secas o frescas, distintas sales, especias como el comino, distintas pimientas, pimentón, diferentes vinagres, etc…) y aderezos variados (vinagreta, aderezo francés, aderezo de yogur, etc…)

Con ello conseguiremos que nuestros comensales no se aburran y lleguen a encontrar el gusto por este tipo de comida.