Los niños y adolescentes de hoy son cada vez más dependientes de la tecnología y su distanciamiento con el medio natural se hace muy evidente. Con este estilo de vida no es de extrañar que el compromiso de las nuevas generaciones con la salud del planeta sea bajo o casi nulo.
Por ello, es preciso hacernos la siguiente pregunta sobre educación ambiental: ¿Cuándo comenzar?
El poco conocimiento del medio natural constituye la razón principal por la que existe un ineficiente desarrollo de la conciencia ecológica de los más pequeños. Todo ello es resultado de una educación ambiental deficiente, cuyo aprendizaje debería empezar en edades tempranas.
En este artículo intentaremos dar respuesta a la pregunta con la que iniciamos: Educación ambiental: ¿Cuándo empezar?
Se define como educación ambiental aquellas acciones educativas encaminada sa la toma de conciencia de la situación actual del planeta y el papel que juega y ha jugado la humanidad en ello.
De igual forma, son todos los conocimientos y prácticas que tienen el objetivo de crear una conciencia ambiental para revertir dicha situación o aminorar las consecuencias de nuestros actos contra la naturaleza.
Por parte de los gobiernos de numerosas naciones existe un compromiso evidente con la protección del medio ambiente, al menos en materia educativa.
En este sentido, se han implementado numerosos programas escolares que tienen el objetivo de educar a los más jóvenes sobre los problemas más graves que tiene el planeta. De igual forma se plantean las posibles soluciones y todo lo que podemos hacer desde nuestra posición para prevenir el cambio climático.
Las disciplinas o asignaturas que contribuyen a un programa de educación ambiental suelen iniciarse en una edad ya avanzada de la adolescencia. Si bien, existen determinados conceptos que son muy complejos de entender para un niño pequeño, todo lo que tiene que ver con valores y normas se lo inculcamos a nuestros hijos desde edades tempranas.
¿Por qué no hacemos lo mismo con la educación ambiental?
Por otra parte, muchas familias dejan la responsabilidad de este aprendizaje a las instituciones escolares, cuando en realidad la educación ambiental debe empezar desde el hogar y con el ejemplo de los padres.
En este sentido, la única forma de ofrecer esta educación no es enseñándole los diferentes consejos y formas de hacer de manera teórica. Los niños aprenden con el ejemplo e imitan la conducta de los adultos más cercanos.
Por ello, la mejor forma de enseñarles es con nuestras propias acciones: reciclando, contribuyendo a las organizaciones medioambientales, entre otras acciones.
Como ves, en lo que respecta a educación ambiental, comenzar cuanto antes es lo mejor. De igual forma, también creemos en el refrán popular de que ‘Nunca es demasiado tarde para aprender’.
Aunque para crear esa verdadera conciencia ecológica, lo ideal es hacerlo desde que nacen, haciendo que tengan sentimientos positivos hacia la naturaleza y sobre todo adquieran responsabilidad para con ella.
Esta entrada ha sido publicada el 23/07/2020 12:00
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