En el mundo actual tenemos al alcance de la mano cualquier clase de receta de cualquier país alrededor del globo. La verdad es que esto se vuelve en una gran ventaja, sobre todo si entendemos que podremos descubrir platos de gastronomías tan lejanos como la israelí. De esa manera, seremos capaces de probar platos que nunca antes hubiéramos conocido.
La cocina de Israel tiene raíces judías y árabes, bases que se han convertido, con el paso del tiempo, en algo único debido a la influencia de la cultura y las personas que habitan el territorio. Te invitamos en este viaje gastronómico por los rincones más dulces de este magnífico país.
Este es un bizcocho de sémola remojado en almíbar es otro de los dulces clásicos de Rosh Hashaná. Por un lado, se elabora la masa, con sémola o semolina, nueces o almendras molidas, leche, manteca, azúcar y naranja (ralladura y un poco de jugo). En la cara opuesta, el almíbar, que -además de azúcar y agua- tiene cáscara de limón y naranja, canela, vainilla y cardamomo. Este auténtico manjar se sirve bien frío con un toque de crema.
Nos encontramos ante uno de los platos más interesantes del país. Se trata de un pan trenzado, especialmente consumido en Shabat, el día sagrado de la semana judía (el séptimo día), que se celebra desde el atardecer del viernes hasta la noche del sábado. Además de harina, huevos, aceite y levadura, la jalá se pinta con sésamo o amapola. A modo de curiosidad, vale saber que, en Rosh Hashaná, la jalá no es trenzada sino redonda. Su forma responde a la naturaleza cíclica del año, aunque algunos creen que representa una corona.
Plato típico del Séder de Pésaj, ritual que se celebra en la primera noche de Pésaj. Concretamente, es uno de los alimentos que forma parte del Plato del Séder, el cual cuenta con seis elementos que intentan recordar la historia israelita durante el éxodo del Antiguo Egipto. En materia culinaria, el jaroset consiste en la mezcla de manzanas, almendras y nueces picadas, miel, canela y algún vino dulce, entre los ingredientes más importantes.
Un clásico de Janucá, también conocida como “Fiesta de las Luces”, la cual se celebra durante ocho días y conmemora la recuperación de la independencia judía, así como la purificación del Templo de Jerusalén. Los sufganiot son buñuelos que se preparan a base de harina, huevo y yogur natural. También se les puede agregar una copita de coñac y ralladura de limón. Los mismos se fríen en aceite, que tiene un papel simbólico importante en esta fiesta, y se rellenan con mermelada o crema. Finalmente, se ofrecen en bandejas a los invitados.
Por último, otro plato típico de Janucá que -por supuesto- también se fríe en aceite. Se trata de unos gustosos buñuelos que originalmente se cocinaban con patatas, aunque en este caso se confeccionan a partir de las manzanas, el azúcar, brandy (o un licor frutal), huevos y harina. Una vez fritos, antes de servirlos, se los espolvorea con azúcar impalpable y canela.
Puedes ver el vídeo aquí:
Esta entrada ha sido publicada el 10/12/2020 10:00
El asma y las alergias son afecciones comunes que afectan a muchas personas en todo… Leer más
Cuando llega ese momento del mes, muchas mujeres experimentan dolor y malestar asociados con la… Leer más
La oxigenoterapia es un tratamiento médico que se utiliza para ayudar a las personas que… Leer más