La dieta mediterránea es excelente para ofrecernos una muy buena salud, sin embargo, en algunas partes del mundo no se pueden conseguir los ingredientes esencial para preparar los platos que la conforman. Sin embargo, no es cuestión de que te sientas mal, siempre existen otras opciones que pueden ayudarte a mejorar la salud y mostrarte una cocina exquisita.
En el siguiente texto te mostramos algunas recetas que comparten con la dieta mediterránea su calidad, los excelentes ingredientes y la innovación en cada plato. Esperamos que pruebes cada una de ellas y te quedes con la que más te guste.
Es la dieta que se sugiere para prevenir y controlar la hipertensión arterial. Se basa en la ingesta de frutas, verduras, lácteos desnatados y legumbres así como cereales integrales, siendo además una propuesta baja en sodio. Asimismo, se recomienda escoger carnes magras y evitar siempre los ultraprocesados que pueden ser fuente de nutrientes de mala calidad que obstaculizan el descenso de peso.
Es una dieta rica en fibra, con proteínas de calidad pero reducido aporte de grasas y por ello, brinda saciedad ayudando de esta forma a adelgazar. Y la disminución de sodio que su puesta en práctica implica así como de azúcares añadidos es otro factor que nos empuja a comer menos y que por supuesto, puede favorecer la pérdida de peso.
Esta dieta se basa en la alimentación propia de la población del norte de Portugal y Galicia, siendo por ello una propuesta muy rica en pescados de mar y de río, en carnes magras de caza, aves u otras y con variedad de frutas y verduras, sobre todo, coles y cítricos.
En la misma se incluyen lácteos a diario, cereales integrales, legumbres y aceite de oliva como principal cuerpo graso. Además, se evitan los procesados y ultraprocesados y se fomenta el consumo de alimentos frescos y de temporada.
La dieta atlántica es una propuesta rica en grasas buenas para el organismo que pueden fomentar la pérdida de peso, y también, nos aleja de grasas trans, azúcares añadidos y harinas refinadas que pueden resultar adictivas y hacernos engordar.
La dieta antiinflamatoria se basa en el consumo de alimentos que reducen, previenen o neutralizan procesos inflamatorios que se hacen presentes en muchas enfermedades, incluso en la obesidad. Así, esta dieta se basa en la ingesta de aceite de oliva extra virgen como principal cuerpo graso y en el consumo de otras fuentes de grasas saludables como frutos secos, semillas y pescado azul o graso.
Asimismo, se fomenta el consumo de cereales integrales y legumbres y de frutas y verduras varias, siendo especialmente favorable la ingesta de uva y zumo de uva, de especias y condimentos como el jengibre, la cúrcuma o la canela y también se reduce considerablemente la ingesta de procesados y ultraprocesados que por el contrario, favorecen la inflamación.
Las grasas saludables pueden fomentar el adelgazamiento, sobre todo el omega 3, pero también la fibra de muchos ingredientes de esta dieta pueden brindar saciedad y así, ayudarnos a perder peso cuidando la salud.
Esta entrada ha sido publicada el 22/04/2021 09:30
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