Tener resfriado una o dos veces al año ya se ha convertido en una costumbre, al parecer es un ciclo ininterrumpible al cual todos nos hemos acomodado. No obstante, muy pocas personas saben que podemos evitar el contagio de esta enfermedad teniendo una serie de cuidados y siguiendo unas cuantas recomendaciones realmente sencillas.
Los expertos, señalan de nuevo, que entre las múltiples causas del resfriado, el frío en sí no es una causa. No obstante, en épocas de más bajas temperatura es cuando más se propaga, por lo tanto debemos estar atentos para no contraerlo. En el siguiente texto te daremos algunos consejos para evitar este molesto virus.
Ten cuidado con tus pies
Muchas abuelas, a lo largo de la historia, han dado este consejo aunque una gran cantidad de veces su sabiduría no venía acompañada de una explicación científica. Pues te contamos que ellas estaban en lo cierto. Investigaciones han descubierto que introducir los pies en agua fría puede duplicar las posibilidades de padecer un resfriado, lo cual se comprobó con un grupo de 90 estudiantes que realizaron la prueba. No obstante, para ser justos, los expertos explicaron que quizá el agua hizo aflorar los síntomas de una enfermedad que ya estaba presente.
Lavado de manos
Es muy importante recordar que los resfriados se contagian por contacto directo. Por esa razón, el lavarse las manos se vuelve algo supremamente importante, tanto entre adulto como niños. Y es que no vale solamente mojarse las manos y secarse, debes frotarte bien con jabón por al menos 20 segundos. Puede que resulte algo tedioso, pero en verdad puede ayudarte sobremanera.
No toques tu cara
Tanto los ojos, la nariz y la boca son zonas del cuerpo sensibles a la entrada de organismos perniciosos. Por esta razón cada año más niños se enferman que adultos, ellos tienen una tendencia mayor a tocarse la cara y por lo tanto son blancos fáciles de las bacterias. Además, los pequeños son más contagiosos que los adultos durante los dos primeros días de enfermedad.
Cero estrés
Una persona estresada es la víctima perfecta de las bacterias que producen el resfriado. Esto se debe a que cuando estamos más nerviosos de lo habitual, nuestro sistema inmunológico comienza a debilitarse, lo cual produce que la interleucinas comience a descender. Diferentes estudios señalan que el estrés crónico provoca que el resfriado dure mucho más y se presente de forma más agresiva, además de que sea mucho más complejo de curar.
No estornudes en tus manos
Cuando estornudamos, la reacción más común es la de taparnos la boca con las manos, pero esta se convierte en una excelente manera de propagar las bacterias y contribuir al contagio de cualquiera que estreche la mano con nosotros. Lo más recomendable es que estornudemos en nuestra manga o, menos aún, en un pañuelo desechable. Otro consejos muy útil, es que pidas a las personas a tu alrededor que hagan lo mismo. Protegerse también es deber de todos.
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