Para nadie es un secreto que la época navideña es una de las más gastronomía trae consigo. En ella podemos encontrar platos que en ningún otro momento encontraríamos y por eso esto que a muchas personas les cuesta tanto contenerse y comienzan a comer y comer sin ninguna clase de barrera.
Esto puede hacer que el arduo trabajo de todo el año, donde intentaste mantener una buena salud y un peso adecuado, se vayan a la basura. Por esa razón,es importante que controles tus ansias de comer. Aunque con ello no te decimos que dejes a un lado los manjares que encontrarás estas épocas, sino que puedas combinarlo con una alimentación balanceada. A continuación te damos algunos consejos para que puedas hacerlo.
Hábitos alimenticios
Mantengamos los buenos hábitos. Para Navidad y para cualquier fiesta en el año, la clave es mantener una alimentación saludable. Cambiemos la palabra “dieta” como algo que empiezas un día, sufres mientras dura y terminas fracasando. Lo importante son los buenos hábitos durante toda la vida y consumir alimentos bajos en grasa, ricos en fibra y asegurarse de incluir al menos 5 porciones de frutas y verduras cada día.
Desayunos más saludables
El 80 por ciento de las personas que mantienen un buen peso comen su desayuno todos los días. No olvidemos que es la comida más importante del día, y que debemos incluir cereal integral con leche descremada (o leche de almendras, arroz, entre otras), y fruta o un huevo hervido con una rebanada de pan integral y fruta picada.
Ten presente las porciones
Cuidemos las porciones. Asegurémonos que la mitad del plato sea de verduras o ensaladas, y la otra mitad se divida entre los cereales (como arroz, pasta) y la carne magra (como pollo o pescado). En un plato tradicional navideño dominicano, tenemos de 800 a 1200 kcal; esto incluye una porción de arroz navideño, carne asada, ensalada rusa, pastelón o lasagna y pastel en hoja.
Cena moderada
Lleguemos a la cena con hambre moderada. Si la cena es tarde, después de las 10 o incluso a las 12 de la medianoche, es recomendable comer una porción ligera para no tener hambre a la hora de cenar. Cuando tenemos mucha hambre no tomamos buenas decisiones y podemos servirnos más de lo que realmente necesitamos.
Copiemos los hábitos saludables de quienes te rodean. Observemos a las personas que comen bien y copiemos algunos de sus comportamientos. Mira lo que comen y verás que para bebidas será agua natural o agua mineral en lugar de un vaso de refresco o jugos (150 calorías).
No olvides las verduras
Aumentemos el consumo de verduras. Incluyamos todos los alimentos saludables que hemos olvidado en lugar de restringir los alimentos “malos”. Si aumentamos el consumo de verduras, frutas, agua simple, leguminosas y lácteos descremados, automáticamente estaremos reduciendo el consumo de postrecillos, frituras, alimentos altos en azúcar y grasa.
Los alimentos saludables son muy voluminosos y uno puede comer bastante de ellos sin sobrepasar las calorías. Amemos las verduras y veremos cómo el peso empieza a cambiar.
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