La dieta mediterránea es una de las más saludables del mundo, sin embargo, muy pocas personas saben los beneficios que en verdad trae a la vida de las personas. En este sentido, muchas veces abandonan este régimen alimenticio porque no ven los beneficios. Por lo tanto, hemos preparado una lista de los beneficios más directos que te dará el implementar la dieta mediterránea.
Quienes habitan en la cuenca mediterránea utilizan casi siempre alimentos frescos. Procura descartar de tu dieta, dentro de lo que puedas, los alimentos congelados y la comida chatarra. Según los expertos, casi todos los alimentos que forman parte de la dieta mediterránea son buenos para el corazón.
El aceite de oliva y las nueces bajan el colesterol; las frutas, los vegetales y los granos integrales ayudan a conservar las arterias limpias; el pescado ayuda a bajar los triglicéridos y la presión arterial; los ácidos grasos omega 3 (presentes en los frutos secos, como las nueces, almendras y avellanas y en el pescado) disminuyen los triglicéridos y la presión arterial y ayudan a la salud del corazón.
Lo esencial es cambiar los alimentos “malos” por los “buenos”. Por ejemplo, poca carne roja y muchos pescados y mariscos; frutas en lugar de postres elaborados repletos de azúcar; grasas no saturadas, especialmente aceite de oliva, en vez de mantequilla. El aceite de oliva, por cierto, también beneficia a las personas con diabetes tipo 2.
Pero que sean integrales, por supuesto. Contienen más proteína y minerales, y son más sanos que la pasta y los panes refinados (estos últimos suben repentina y temporalmente el azúcar en la sangre, seguido de un descenso rápido que no es saludable) y pueden reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Se permite la grasa saludable, pero sin exagerar. La que se encuentra en las nueces de todo tipo, las aceitunas y el aceite de oliva, que añaden sabor a los alimentos y ayudan a combatir enfermedades como la diabetes y el cáncer. Por otro lado, hay que evitar las grasas saturadas y trans que se encuentran escondidas en muchos alimentos procesados.
En los países de la región, se suele beber vino con las comidas. Sobre todo vino tinto. El vino te relaja y puede ayudar a combatir las enfermedades cardiovasculares, siempre que se limite a una copa al día para las mujeres y dos para los hombres. Por cierto, si no bebes, no tienes que empezar a hacerlo.
La dieta mediterránea no sólo incluye la cocina griega o italiana, sino también la de Francia, España, Turquía, Marruecos y otros países de la región. Pero selecciona los alimentos sanos. Evita la carne roja, la leche entera y los productos lácteos a base de leche entera. Puedes comer frutas y vegetales frescos, el aceite de oliva, los pescados frescos y los granos integrales.
Tiene especias variadas y deliciosas. Las hierbas y especias mediterráneas, como hojas de laurel, cilantro, romero, ajo, pimienta, canela, etc. les dan tanto sabor a las comidas, que no necesitas agregarles sal. Y algunas tienen propiedades antioxidantes, que ayudan a combatir varias enfermedades.
Como los alimentos son ricos en fibra, se digieren lentamente y mantienen más tiempo la sensación de saciedad (te sientes lleno). Y un beneficio adicional: la dieta mediterránea facilita que puedas mantener el peso tras una dieta para rebajar.
Esta entrada ha sido publicada el 29/07/2021 09:30
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