La mayoría de personas saben que las verduras son buenas para la salud, pero muy pocas conocen los beneficios que traen, específicamente, las verduras de hojas verdes. Estas son muy bajas en calorías y se encuentran repletas de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, lo que las convierte en un alimento supremamente beneficioso para nuestro organismo.
Numerosos estudios aseguran que seguir una dieta rica en este tipo de verduras puede ofrecer grandes propiedades nutricionales para la salud y, de igual manera, ayudarnos con cierto tipo de enfermedades. En el siguiente texto te hablaremos de algunas verduras de hojas verdes más interesantes para tu consumo.
Las espinacas son una popular verdura de hoja verde, la cual destaca porque puede ser fácilmente incorporada a una amplia variedad de platos, incluyendo ensaladas, salsas, sopas e incluso hasta batidos. Posee un perfil nutricional ciertamente impresionante, de manera que apenas 30 gramos de espinacas (el equivalente a una taza), proporcionan el 56% de la cantidad diaria recomendada de vitamina A, el 13% de manganeso y el 180% de la vitamina K.
Además, también aportan una excelente cantidad de ácido fólico o vitamina B9, que como probablemente sepas, desempeña un papel fundamental en la prevención de defectos del tubo neural (durante el embarazo), y en la producción de glóbulos rojos.
El repollo es una verdura de hoja verde formada por racimos de hojas gruesas, las cuales también pueden ser de color blanco y morado. Pertenece a la familia Brassica, la misma a la que también pertenecen otras verduras de hojas verdes como el brócoli, la col rizada y las coles de Bruselas.
No obstante, probablemente sepas que todas estas verduras (esto es, las pertenecientes a esta familia) poseen por lo general un sabor amargo. Esto es debido a la presencia de glucosinolatos, los cuales le aportan ese sabor tan particular y característico.
Según han demostrado algunos estudios en animales, los alimentos que contienen glucosinolatos pueden tener propiedades de protección contra el cáncer, en especial en el caso de cáncer de esófago y cáncer de pulmón.
Por ejemplo, una taza de kale cruda (o col cruda, el equivalente a 65 gramos), contiene un 680% de la cantidad diaria recomendada de vitamina K, un 205% de la vitamina A y un 134% de la vitamina C. Además, cuenta con antioxidantes naturales como el betacaroteno y la luteína, que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades crónicas causadas por el estrés oxidativo.
Eso sí, para poder disfrutar de sus diferentes cualidades nutritivas, lo más adecuado es intentar siempre consumirla cruda, ya que al cocinarla, las elevadas temperaturas pueden reducir su rico perfil de nutrientes.
La lechuga romana consiste en un vegetal de hoja común con hojas sólidas y oscuras. Presenta una textura maravillosamente crujiente, y se convierte de hecho en una variedad tremendamente popular, al convertirse en el ingrediente principal de una de las ensaladas más consumidas: la bautizada como ensalada César.
Desde un punto de vista nutritivo destaca por ser una buena fuente de vitaminas A y K, aportando un 82% y un 60% de la cantidad diaria recomendada de estas dos vitaminas, respectivamente.
Esta entrada ha sido publicada el 13/01/2021 12:30
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