El consumo de lácteos es una de las mejores maneras de prevenir problemas como la obesidad, la diabetes tipo II, el colesterol y la presión arterial. Esto se debe a que contienen altos porcentajes de calcio, lo cual dificulta la acumulación de grasas. Es importante consumir cantidades diarias de estos productos, aunque en muchas ocasiones es mejor hacerlo cuando están desnatados, aunque ello depende de la edad y la tolerancia a los mismos.
Varios estudios clínicos aseguran que los lácteos deben hacer parte de cualquier dieta en todos los momentos de la vida. En el siguiente texto te diremos algunos beneficios que trae consumirlos regularmente.
La leche y sus derivados pueden traer grandes beneficios sobre la presión arterial. Esto se demostró gracias a un estudio realizado por la Universidad de Navarra, con 5.880 individuos de todas las edades. En ellos se observó una reducción del riesgo de nuevos casos e hipertensión. En los adultos, los casos de este padecimiento descendieron en un 54%.
La ingesta de calcio y vitamina D en la dieta, los cuales son dos componentes muy presentes en esta clase de productos, se ha relacionado con una mejor probabilidad de padecer hipertensión. De igual manera, existen otros componentes de los productos lácteos con posibles efectos beneficiosos sobre la tensión arterial, como la lactosa, las proteínas lácteas, el potasio y el magnesio.
Consumir diariamente lácteos, puede ayudar a controlar tu peso y prevenir la obesidad, tanto en niños como en adultos. Se ha demostrado que los niños que consumen mayores cantidades de calcio, el cual se encuentra presente en la leche y derivados, tienen una menor masa corporal, lo cual disminuye el riesgo de padecer obesidad en la adultez.
Los lácteos, además, poseen un doble efecto pues ayudan contra el sobrepeso y la obesidad. Sus proteínas contribuyen a aumentar la sensación de saciedad, reduciendo la ingesta de otros alimentos.
Hoy en día existen amplias evidencias científicas con respecto a la disminución de los niveles de colesterol debido al consumo de leche y sus derivados. En algunos estudios, al suplementar la dieta con yogurt o leche, se consiguieron hasta un 5% de disminución en los niveles de colesterol. El consumo de leche, también, se asocia al aumento de la fracción de colesterol HDL, el cual es beneficioso para tu cuerpo.
El calcio es esencial para la salud de tus huesos y este lo puedes encontrar, en gran medida, en los productos lácteos. De hecho, en la dieta media los lácteos proporcionan entre 65 y 75 % de la cantidad que se recomienda. El calcio proveniente de la leche, yogurt o queso, e incluso el de la mantequilla, es particularmente biodisponible, eso quiere decir que se asimila de mejor manera de aquel que viene con otros alimentos.
La vitamina D, presente en mayor cantidad de la nata y la mantequilla, contribuye a la absorción y utilización normal del calcio. Además, los lácteos son una gran fuente de potasio, magnesio, zinc y fósforo, los cuales son indispensables para la salud de tus huesos y dientes.
Esta entrada ha sido publicada el 22/07/2020 12:30
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