Está más que demostrado que hacer deporte tiene numerosos beneficios para la salud. Aunque el ejercicio físico, en general, es saludable, a veces se desconoce qué ventajas tiene entrenar de un modo u otro. Utilizar pesas, por ejemplo, suele asociarse solo a personas que quieren mejorar su aspecto físico, pero ¿cuáles son los otros beneficios del entrenamiento con pesas?
En el siguiente texto te hablamos en profundidad de ello con el afán de que te animes y comiences a realizar ejercicio.
Disminuye el estrés y combate la ansiedad
Cualquier tipo de entrenamiento físico sirve para liberar estrés y olvidarse de las obligaciones y responsabilidades diarias. Hacer ejercicios con pesas no es una excepción porque aumenta la noradrenalina, que ayuda a que el cerebro no sufra tanto estrés, libera endorfinas y reduce los niveles de cortisol.
Además, se ha demostrado que las personas canalizan mejor sus sentimientos después de una sesión de levantamiento de peso. Esto crea una sensación de bienestar general e influye positivamente en el estado de ánimo.
Ayuda a descansar mejor
Hay ya varios estudios que confirman que hacer ejercicios con pesas mejora la calidad del sueño. En general, las personas que hacen ejercicio duermen mucho mejor que las personas que llevan una vida sedentaria. Así que aquellos que sufran algún tipo de alteración del sueño o tengan problemas para dormir, hacer ejercicio puede ser la mejor medicina.
A todo esto se le suma la producción de serotonina, una sustancia precursora de la melatonina, la hormona más directamente relacionada con la sincronización del ritmo cardíaco. Esto implica a que se regula el ciclo del sueño.
Disminuye el cansancio
Aunque pueda resultar extraño esto de que hacer deporte hace que baje el nivel de cansancio, en realidad no lo es porque al aumentar la fuerza muscular, aumenta también la resistencia y hasta, incluso, la velocidad. Cuando una persona es más fuerte, el día a día no resulta tan agotador y acciones tan básicas como subir escaleras o cargar con la compra son mucho más llevaderas.
Menos problemas óseos
Tal y como pasa con el músculo, a medida que se envejece la masa ósea va reduciéndose y debilitándose, esto incrementa la probabilidad de sufrir fracturas. Utilizando pesas en el entrenamiento se puede aumentar la densidad mineral ósea, además de fortalecer el tejido conectivo y tendinoso. De esta manera, la masa ósea tardará mucho más en reducirse y debilitarse.
Pero no hace falta mirar al futuro para ver beneficios, la densidad ósea es mucho mejor en aquellas personas que realizan ejercicios con pesas. Esta fortaleza es mucho mejor que la que se consigue tomando lácteos. Con una densidad ósea buena, hay menos riesgo de padecer problemas en los huesos y lesionarse.
Mejora la postura
Aunque hay actividades como el pilates y la natación que ayudan a corregir una mala postura, se ha demostrado que trabajar con pesas también puede corregir y tratar cualquier disfunción muscular. Sin tener en cuenta el aspecto estético, una mala postura puede tener consecuencias a largo plazo, como dolores de espalda o de cervicales. Lo mejor que puede hacerse en estos casos es intentar corregirla antes de que aparezcan los problemas físicos y el ejercicio es la mejor manera.
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