Sin duda alguna correr es una de las actividades más sanas que puedes realizar a lo largo de tu vida. Esta, además de ayudar a nivel físico, es supremamente importante para tener una mente sana. En el siguiente texto te hablaremos de algunos beneficios que te da el realizar una buena rutina de running. Te recomendamos que antes de iniciar, te eduques en este deporte, así evitarás lesiones y posibles malos ratos.
Diferentes estudios lo confirman. Las horas que pases corriendo sobre el asfalto o la cinta del gym se sumarán (multiplicadas por siete) a tu esperanza de vida. La mejora en el rendimiento se puede ver después de cuatro a seis semanas entrenando con regularidad (3×30 minutos por semana).
Tu corazón, ese músculo vital…Un entrenamiento regular ayuda a fortalecer los músculos, pero sobre todo ayuda a fortalecer tu corazón. ¿Y sabías que incluso un principiante puede reducir su frecuencia cardíaca en aproximadamente 10 latidos por minuto con sólo haber entrenado unas semanas?
Correr es, por tanto, una excelente forma de acondicionar el sistema cardiovascular. De hecho, los estudios demuestran que correr con cierta frecuencia (una hora a la semana como mínimo) puede reducir el riesgo de problemas del corazón. Un corazón fuerte mejora la circulación sanguínea y reduce el riesgo de presión arterial alta.
Correr es una actividad que puede resultar muy beneficiosa para nuestro sistema óseo. Para los mayores, incluso, puede llegar a ser terapéutico y ayudarles a evitar ciertas lesiones propias de la edad. Es crucial tener una buena técnica de running y respetar el tiempo de recuperación.
Adaptarse al estrés ocasionado por correr ayuda a prevenir la osteoporosis a medida que envejeces. El ejercicio de alta intensidad, como correr, parece que es de las actividades que refuerzan de una manera más sólida y protegen mejor los huesos, haciéndolos más fuertes.
Normalmente después de correr te sientes con más energía que antes de correr. Pero estos beneficios no se quedan ahí, si se mantiene la actividad tendrán un efecto a largo plazo. Correr mejora la circulación y tu capacidad pulmonar, por lo que te sentirás más en forma incluso en las actividades de tu día a día.
Independientemente que la quema de grasa depende de distintos factores y puede variar en cada persona, lo cierto es que correr puede ser una buena forma de estimular la quema de grasa. Las sesiones de running, tanto las de alta intensidad como las de baja intensidad, aportan varios beneficios para quemar esos kilos de más.
Algunos estudios demuestran que las actividades de running de intensidad moderada aumentan el colesterol “bueno”, lo que significa que se reduce el riesgo de un ataque cardíaco, arteriopatía coronaria y embolias. Para reducir el nivel de colesterol “malo” es necesario realizar ejercicios de alta intensidad.
Los músculos necesitan mucha energía durante las sesiones de running: para responder a tal demanda, el cuerpo tira de la glucosa (el azúcar) de la sangre como combustible. Así que como resultado, correr reduce los niveles de azúcar en la sangre.
Además, varios estudios señalan que este deporte puede aumentar la sensibilidad a la insulina y prevenir la diabetes, ya que un metabolismo más sensible a la insulina es más eficiente a la hora de mantener los niveles de azúcar dentro de un límite saludable.
Esta entrada ha sido publicada el 08/12/2020 12:30
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